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Mostrando entradas de abril, 2014

"No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca." Blaise Pascal

"Los hombres olvidan siempre que la felicidad es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias." John Locke ¿Eres feliz? ¿Quieres ser feliz? Responde y comprueba dónde te dirigen las flechas. Si aterrizas en "Cambia algo" empieza por tu predisposición para ser feliz. Porque igual tu mirada esta clavada en lo alto y no reparas en las pequeñas alegrías cotidianas... No te las pierdas ;)

"Perdónaselo todo a quien nada se perdona a sí mismo." Kung FuTse, Confucio

Creo en el perdón. Soy capaz de dar mi perdón, de olvidar tremendas heridas, de afrontar y cargar con traumas de los que me responsabilizo como única dueña; puedo trabajarlos, transmutarlos, liberarlos. En definitiva he aprendido a limpiar, coser y mimar mis heridas, sé amar mis cicatrices y contar serena sus historias, sabiendo que yo soy la que soy a través de ellas. No culpo, no señalo,y no cargo contra nadie pues tengo la certeza de que todo lo que me ha sucedido a lo largo de los años, fue elegido por mí misma y siempre, siempre, siempre, protegida ( y por esto doy gracias ) porque a veces estuve en el filo de abismos oscuros y fríos a punto de ser alcanzada por garras negras, cuando una fuerza invisible sopló para desplegar mis alas e hizo que encontrara la forma de volar.   "El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó." Mark Twain Pero, ¿y cuándo el perdón es entendido como inmunidad? Perdonar a quien cada día te hunde

"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes." Kahil Gibrain

"Tenemos que aprender a respetar la forma que nuestros seres queridos eligen para hacerse daño." Bego Hay veces que alguien elige marcharse a una isla en medio del mar, una isla lejos de cualquier tierra que fuera hogar, dejando todo lo que formaba parte de su vida, de su familia, haciéndose creer a sí mismos que el terreno hostil que ahora habitan es el único que merecen, o el único al que pueden optar. Es como si un canto de sirena les hechizara arrastrándoles a islas desiertas de amor o paz. Islas de desvelos y cegueras, de inmovilidad y lágrimas.  De vez en cuando, las nubes, el viento, las olas no agitan la isla con su tempestad, y  hay quien habiendo permanecido observando y anhelando llegar hasta el otro lado, sin dudar se sumerge en este océano en ese momento de calma, en ese instante de tregua; consigue llegar exhausto a la orilla de la isla, ante la mirada confundida del solitario naufrago que no cree que haya quien detrás de las imponentes olas, detrás