A veces es inevitable dejarla pasar. Por lo menos un rato. No te resistas, no es mala. Puedes aprender a que de vez en cuando te acompañe.
La tristeza es como una fuga de agua que gota a gota y casi sin hacer ruido va llenándote, a veces incluso antes de que te des cuenta e incluso puede tener la capacidad de ahogarte..No es conveniente reprimirla, pero tampoco abandonarse a ella.
Pasar por procesos de tristeza es tan natural como disfrutar los momentos de alegría.
¿Quién puede estar exento de experimentar la vida? Por muy positivos y optimistas que seamos no podemos olvidar que vivimos en un mundo dual,los contrarios existen y coexisten precisamente para conocerse más a sí mismos, porsupuesto también para que los conozcas tú.
No has de sentir culpabilidad por no poder sostener tu estado de ánimo un día. Vive tu proceso. ¿De dónde viene esa tristeza? ¿Por qué? ¿Qué ha venido a decirte?
Comunícate con ella, tiene mucho que decir. Si tratas de esconderla o de darla esquinazo, puede que dejes de verla, pero no significa que no este ahí, puedes disfrazarla pero detrás de la máscara seguirá estando ella...esperando para darte su mensaje. Si no es ahora más tarde, pero mucho más intensa por el tiempo que la has relegado a tu sombra.
En el proceso de ser feliz, también se aprende a estar triste.
"No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera."
Proverbio chino
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