Ir al contenido principal

“Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?” Arturo Graf

A veces nos concedemos mucha más importancia que la que deberíamos, ¿no crees?
Si bien es cierto que lo más importante para uno mismo es precisamente ser uno mismo, hemos de tener cuidado con exagerar nuestro ego de forma que necesitemos imponernos sistemáticamente frente a los demás o ser siempre el centro de atención, puesto que cuando uno no mira más que por sí mismo inevitablemente termina por desvalorizar a los demás (que anecdóticamente pueden necesitar un poco de atención).

Cuando necesitamos reafirmarnos constantemente y llevar afuera la prueba de lo que somos seguramente es que algo no anda bien ubicado dentro. Y no hay que tomar esto como un reproche, sino como una llamada de atención, una puerta que nos invita a explorar lo que subyace ofreciéndonos la oportunidad de encontrar los tesoros ocultos de esas cuevas oscuras. Como el hilo de Ariadna, sólo tenemos que sostenerlo y caminar para salir del laberinto. Siempre y cuando estemos dispuestos a adentrarnos en él. Siempre y cuando estemos dispuestos a recorrer su totalidad.

Atención, no quedes atrapado en ti mismo sin ser capaz de empatizar, sin tener la delicadeza, la bondad de colocarte, aunque sea por un instante, en el lugar de enfrente. Esto no va a hacer que tu voluntad se diluya, que pierdas valor o fuerza. Ser capaz de tomar perspectiva de ti mismo puede ayudarte a crecer. Ver cómo te ves desde fuera también es importante. Puede que haya cosas que no estés mostrando como querrías, como crees, o más aún, como eres en realidad. O puede que las muestres de una forma que hiera. Y quizá te apetezca cambiar. No porque nadie te lo exija, sino porque tú mismo lo elijas.

Sé libre. Incluso de ti.


“Los árboles que no se doblan con el viento, se parten.” Begoña

Comentarios

Entradas populares de este blog

"La mariposa recordará siempre que fue  gusano" Mario Benedetti Una de las primeras trampas en las que podemos caer durante el proceso de evolución personal es en la de creernos en disposición de predicar,intentar ejemplificar,o dar consejos u opiniones trascendentales a los que nos rodean (y que generalmente nadie habrá pedido) . Creo que ninguno de los grandes Maestros siguió esa filosofía. En mi opinión esta actitud sólo denota que tu ego , la imagen que quieres proyectar al mundo de tí, te está jugando una mala pasada. Si te dejas llevar por ese impulso de evangelizar todo aquello que tocas seguramente terminen tachándote de pretencioso, pedante o en el peor de los casos de insoportable. Si necesitas que los demás te vean grande, quizá haya algo dentro de tí que se sienta pequeño .  Por mucho que hayas evolucionado a lo largo del camino, recuerda siempre que hubo un momento en el que estuviste en el punto de partida,  puedes haber recorrido un largo trecho o no t

"Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza."

Porque a veces es importante que reflexionemos sobre si nuestras decisiones son auténticas o están condicionadas, bien por algo externo, bien por nosotros mismos. Decidir desde el corazón, no desde la mente. Sin ruido, sin interferencias. A veces es difícil sumergirnos en nuestras profundidades, a veces los egos gritan demasiado fuerte, tan fuerte que parecemos incapaces de traspasarlos. Puede que ese sonido, esas voces desordenadas, llenas de rabia, furiosas, nos aturdan de tal forma que podamos perder la dirección en el camino. Puede que alguien nos haya dañado, alguien a quien amemos profundamente, con todo nuestro corazón, siendo plenamente conscientes del amor que sentimos por esta persona; y puede que después haya pasado esa situación de fractura, dolor, nos sintamos lejos, incapaces de abrirnos al reencuentro, aunque sea nuestro mayor anhelo. En principio parece una contradicción haber deseado el encuentro con todas nuestras ganas y una vez se brinda nos encontremos

"Perdónaselo todo a quien nada se perdona a sí mismo." Kung FuTse, Confucio

Creo en el perdón. Soy capaz de dar mi perdón, de olvidar tremendas heridas, de afrontar y cargar con traumas de los que me responsabilizo como única dueña; puedo trabajarlos, transmutarlos, liberarlos. En definitiva he aprendido a limpiar, coser y mimar mis heridas, sé amar mis cicatrices y contar serena sus historias, sabiendo que yo soy la que soy a través de ellas. No culpo, no señalo,y no cargo contra nadie pues tengo la certeza de que todo lo que me ha sucedido a lo largo de los años, fue elegido por mí misma y siempre, siempre, siempre, protegida ( y por esto doy gracias ) porque a veces estuve en el filo de abismos oscuros y fríos a punto de ser alcanzada por garras negras, cuando una fuerza invisible sopló para desplegar mis alas e hizo que encontrara la forma de volar.   "El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó." Mark Twain Pero, ¿y cuándo el perdón es entendido como inmunidad? Perdonar a quien cada día te hunde