¿Qué es lo que sucede en tí cuando escuchas una frase de aliento, de esperanza?
Algo resuena en tu interior, te da fuerza, esperanza, te hace sentir que no estás solo, puede despertar infinitas sensaciones. Entonces intentas retenerla. Te aferras a las palabras sin darte cuenta de que son sólo palabras. Si quieres guardarlas dentro de tí, siéntelas, vívelas.
De un tiempo a esta parte observo a través de diferentes vías "gurus" y "predicadores" que adornan los oídos o los ojos de los demás con frases de Maestros, pero que más tarde, olvidan lo que escribieron.
Busca tu propia estrella. Nutrete de esas inspiraciones, utilízalas incluso como escalera, pero no creas que magicamente te transportaran una esfera más allá o que serán la solución a tus problemas. Esas palabras son llaves que abren puertas y oportunidades para el trabajo personal. No esperes que nadie te sostenga hasta que no aprendas a sostenerte solo. Esto no significa que camines solo, sino que el primer paso es acompañarse a uno mismo.
Haz la prueba, sólo recordarás las que de verdad estén impresas en tí, trabajadas, por mucho que te hayan gustado, o muy potentes que sean las demás.
“El que viene a mi, escucha mis palabras y las practica se parece a un hombre que queriendo construir una casa, cavo profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en practica, se parece a un hombre que construyo su casa sobre tierra sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbo.” |
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