Una pregunta tan simple esconde el secreto de nuestra felicidad. A veces lo que nos hace sentir bien hoy, mañana no será capaz de llevarnos al mismo nivel y probablemente esto desencadene en nosotros una tormenta de dudas, una oleada de "¿porqués?" difíciles de manejar. No somos iguales cada día, hemos de pensar que en nosotros influyen factores, uno de ellos y muy importante, el entorno. La energía que nos rodea puede distorsionar nuestra percepción de esas cosas que “normalmente” deberían hacernos sentir bien. Es por eso que debemos que aprender a darnos el espacio de no ser siempre los mismos, (si no la vida no tendría la capacidad de enriquecernos y hacernos florecer), un espacio de aceptación que nos ayude a no juzgar instantáneamente aquello que nos rodea. Un sencillo ejemplo: Puede que se nos dé muy bien hacer flan, pero no siempre esta exactamente igual, habrá días en los que aún siendo los mismos ingredientes no tendrá el mismo gusto...pero solamente pensaremos... “...
"Mira siempre el lado más brillante de la vida y, si no existe, entonces frota el oscuro hasta que brille."