Namasté, no es otra cosa que un saludo. Una manera de expresar la alegría que produce el encuentro con alguien. Los hindúes lo emplean para saludar al Ser que habita en nuestro interior,la energía que nos mueve, la divinidad que alojamos en nuestro cuerpo. Precisamente ese Ser que habita en cada individuo, que emplea el cuerpo y la mente para desenvolverse en este mundo, es el objeto a trabajar en el coaching. A veces vivimos desdoblados en lo que somos en el cuerpo y en la materia, y en lo que somos en alma y en esencia. Vivir así es sin duda fuente de conflictos, miedos y obstáculos en nuestro día a día. Digo Namasté para expresar la alegría que me produce encontrar personas que eligen desarrollar el éxito en su vida, con esa energía que habita en ellos (esa que sólo tienen que descubrir por si mismos), que es la misma que habita en mí, en tí... esa que circula por todo el Universo. Todos y cada uno de nosotros compartimos esa energía, da igual como la llamemos: prana...
"Mira siempre el lado más brillante de la vida y, si no existe, entonces frota el oscuro hasta que brille."