Durante el proceso de integración en la sociedad aprhendemos que no está de moda pasar desapercibido, siempre es la chica/o popular el que se lleva la mejor parte del pastel y por ello nos afanamos en mostrar al exterior lo buenos que somos, lo que queremos a nuestra familia, a nuestros amigos, el poder que llevamos dentro, todo aquello a lo que aspiramos y por supuesto nuestros logros.
De esta forma y casi sin darnos cuenta nos estamos poniendo en el escaparate para que otras personas, situaciones,desafíos, vengan a medirnos, incluso a luchar contra nosotros,claro, todo el mundo quiere ser el más popular... Anhelamos que los demás escuchen nuestro nombre y digan "Ohhhh, qué bueno/guapo/inteligente/generoso/atento/.... es......".
Por mi parte he aprendido que la invisibilidad es el don de las personas más sabias. En un mundo en el que cada vez más gente grita, habla y habla palabras vacías sobre cosas que a veces incluso escapan a su comprensión, cada día hacen más falta personas que susurren y sólo hablen cuando exista el silencio adecuado para que los que quieran escuchen sin ruidos que confundan.
Nunca he oído o leído a cerca de ningún monje que después de meditar durante años baje del monte gritando sus aprendizajes, es más, es algo que no transmite a todo aquel que pregunta...
Sí, hay algo grande dentro de tí, sólo concédele tiempo para que se asiente, cristalice y después compártelo con aquellos a quiénes pueda serle útil.
Sí, hay algo grande dentro de tí, sólo concédele tiempo para que se asiente, cristalice y después compártelo con aquellos a quiénes pueda serle útil.
"El liderazgo es una oportunidad de servir, no de lucirse" J.Donald Walters |
Deseo ser alguien invisible, que sólo quienes me miren con los ojos del corazón puedan verme.
Cuánta verdad en tus palabras, amiga... Besitos desde Granada.
ResponderEliminarGracias Eva, me hace mucha ilusión recibir tu comentario!
ResponderEliminarTe mando un beso enorme
¡Lo comparto otra vez!
ResponderEliminarCOMPARTI EN FACEBOOK GRACIAS ES BELLO
ResponderEliminarQue gran verdad. Hoy en día abundan las palabras vacías y los oídos sordos
ResponderEliminarEstupenda entrada
Saludos