“Di a aquellos que amas que realmente los amas y en todas las oportunidades y recuerda siempre que la vida no se mide por la cantidad de aire que respiraste, sino por los momentos que tu corazón palpito fuerte: de tanto reír, de sorpresa, de éxtasis, de felicidad sobre todo de querer sin medida” Pablo Picasso
"Todo lo que hacemos en esta vida, tiene su eco en la eternidad" y cuando menos lo esperas, ese eco te sorprende con un sonido que ya habías casi olvidado; y entonces surge la magia.
Es asombroso como una sola palabra de alguien a quien amas puede mover, sin pretenderlo, tantas cosas en el alma. Como pueden traer tanta verdad, de una forma tan humilde, inocente, carente de expectativas. Un impulso que no empuja, pero que hace despegar. La fuerza que genera energía para ponerse en marcha.
Gracias Marta, por tu gran regalo. Ese momento único en el que escuchas "Yo tuve la gran suerte de que tú estabas a mi lado" ha sido uno de los más especiales en mi vida, una de las cosas más bellas que he recibido nunca (y ha llegado en el momento en que más lo necesitaba). Uno no recibe todos los días tanta gratitud espontánea; sobretodo de alguien que conoce los rincones más oscuros del alma. Porque las etapas más felices en mi vida las he compartido contigo, más cerca, más lejos, pero siempre contigo. Gracias por tu reconocimiento, amor y palabras. Gracias por no juzgarme, no dirigirme. Gracias por crecer conmigo. Y gracias por tu risa. Gracias porque tengo la gran suerte de estar a tu lado.
Hoy mi reconocimiento es especialmente para tí, para que no olvides lo maravilloso de tu esencia, salvaje, libre, excesiva; haciendo extensivo este agradecimiento a todas y cada una de las personas que desde aquí me acompañais. A los que me esperan siempre y no olvidan mis letras. Gracias.
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