Últimamente encuentro bastantes personas que de pronto no se sienten bien con su vida en general, con las cosas que han venido haciendo durante años, de pronto se dan cuenta de que ya no les llenan.
Me ha hecho reflexionar sobre cómo a veces nos instalamos en "burbujas de bienestar", espacios seguros en los que nuestra vulnerabilidad y nuestros traumas se diluyen en una realidad personal que dibujan la vida desde una sola perspectiva, una proyección mental que generalmente suele ser la más cómoda, en la que menos tenemos que trabajar.
A veces tenemos la impresión de que no nos podemos quejar de nada, pero dentro de nosotros encontramos otra parte aunque no esté insatisfecha no está completa o desarrollada, incluso sentimos miedo de mirar hacia allí.
Posiblemente alguna vez al preguntarle a alguien, "¿eres feliz?" , conteste "No me puedo quejar."
¿Qué significa esta respuesta? Creo que tiene mucho que ver con la explosión de la burbuja.
A todos nos enseñan que llegado a un determinado baremo no podemos quejarnos, deberíamos conformarnos con haber llegado hasta ahí y no debemos sino afanarnos en conservar lo que tenemos (aunque sintamos que eso no es para nosotros), hay gente que está mucho peor!!! Sería infame que habiendo gente peor nosotros quisieramos aún más!
Ahí es cuando muchos nos preguntamos si es que somos unos inconformistas crónicos y ciertamente deberíamos encontrar la felicidad en lo que tenemos sin peros, o si aunque los demás vean o digan que deberíamos conformarnos con lo que hay, tenemos derecho a buscar y cuanto menos verbalizar que aunque "cualquiera" en nuestro lugar pudiera conformarse a nosotros no nos vale con la felicidad conformista, que en absoluto colabora con nuestro desarrollo personal.
No tenemos por qué conformarnos, no tenemos por que dejarnos llevar. Es mucho mejor sostener un compromiso con nosotros mismos, ser fieles a nuestros deseos y trabajar por ellos, con paciencia, con constancia y con trabajo interior. Sobretodo con honestidad, desechando lo que "debería ser" y dejando que "sea lo que es".
Concédete el espacio para averiguar qué es lo que realmente te llena, qué es lo que te hace feliz y trabaja por conseguirlo, por cuidarlo, ocupándote de disfrutarlo cada día de tu vida.
Examina tus deseos, si hay algo que por mucho que trabajes no consigues párate a pensar por qué, quizá simplemente no sea un deseo personal, sino que hayas adquirido condicionado por algún factor externo, quizá si eso se te concediera dejarías de trabajar...
Quién sabe. Puede que incluso dejaras de ser tú.
Estoy leyendo lo que escribes y me gusta.
ResponderEliminarEste artículo es importante, verdadero.
Me identifico en parte con lo que expones, es la naturaleza humana.
He venido a través de los Premios 20blogs, estamos en la recta final y hay que terminar los votos.
Muchas gracias Chary, por tus palabras y por la visita. Me encantaría que siguieras pasandote por aquí y dejando tus impresiones.
EliminarUn abrazo
Qué bueno, es completamente cierto - "El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar."
ResponderEliminarDicho de otra forma,
"Aprendemos a desear lo que nos parece deseable."
Un saludo de nuevo :)
Jose