Mientras camino cada mañana al trabajo observo y cuento la cantidad de estímulos negativos a los que estamos expuestos cada día y que sutilmente hacen mella en nuestro condicionamiento positivo a la hora de vivir nuestra jornada.
Por que como ya sabes, todo lo que va vuelve. Lo que tu brindes a los demás de tí, eso será lo que recibas.
Basta con ir en tranporte público (en huelga cada Lunes en señal de buenos días) o en coche con personas exaltadas haciendo maniobras imposibles...
Es muy fácil caer en ese río y dejarse llevar. Empezar a rasgar la mirada hasta que se convierte casi en un arma de guerra.
Pero también es muy fácil recordar por qué no quieres eso para tí, practicar la compasión con aquellos que no encuentran otra forma de empezar el día, quizá sus circunstancias sean muy duras. En cualquier caso es mejor que no seas tú quien se ocupe de retroalimentar esa energía en los demás.
Siempre hay una opción. Estés dónde estes, recuerda sin juzgar que todos tenemos una posición y que todos somo igual de necesarios. Los que empujan y los que somos empujados cuando salimos del vagón.
A mí me funciona pensar en la cara de mi amor o en cuánto me rio con mis amigas...
Prueba, encuentra tu manera y sonríe!! No dejes que nada influya de forma negativa a la hora de comenzar el día.
Feliz semana a todos!
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