Me resulta muy complicado definir conceptualmente lo que es un círculo
de mujeres. Trabajar en círculo con otras mujeres es una experiencia que nos
enriquece, ayudándonos a comprender nuestros procesos, abriendo nuestra mente, derribando nuestros límites para conocer los de las
demás, reconociéndolas como las diosas que son y somos. Es un espacio seguro
para el hallazgo, observación, trabajo, sanación y empoderamiento interno. A
través de encontrarnos con otras mujeres que nos hacen de espejo descubrimos
nuevas dimensiones de nosotras mismas y de la vida. Nos sentamos en círculo puesto
que no existen jerarquías, todas aportamos nuestra esencia, conformando una
red. Cada círculo es único. Juntas recordamos nuestra naturaleza femenina,
revisamos quiénes somos y cómo ser más auténticas. A través de la mirada
compasiva de las demás nos liberamos de los pesos que hemos ido adquiriendo por
el camino. Nos ayuda a potenciar todo lo relacionado con nuestra feminidad (sexualidad, creatividad, intuición…) a liberarnos, a ser más auténticas, a estar más conectadas. Aprendemos
a escuchar y a escucharnos, favoreciendo una mejor comunicación desde el
corazón en nuestras relaciones. A través de la rueda de la palabra (práctica de las tradiciones nativas
americanas) practicamos la atención y
la escucha activa, así como un espacio para expresarnos sin interrupción, sin
juicios.
¿Qué hacemos en los encuentros? Meditación,
ritual, mantras, cantar, bailar… celebrar la Vida.
Este círculo está abierto a
todas las mujeres que deseen participar. Tanto si solo puedes asistir de vez en cuando, como si puedes comprometerte con un trabajo regular.
Próximo encuentro: jueves 21 de abril, 19:30h. C/ Néctar 31 (metro: Torre Arias)
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