Ser positivos no debe implicar la represión de ningún estado de ánimo, ha de ser más bien el arte de transformar esa emoción en algo útil para nosotros.
Un enfado bien ubicado no es más que una fuente de fuerza y energía para transformar una situación, en cambio si nos empeñamos en no reconocer que estamos contrariados, que no nos ha sentado bien cierta cosa no haremos más que ir guardando y guardando emociones negativas en nuestro interior... Alguno de nosotros guardaría comida en mal estado en la nevera??
Vamos a plantear lo mismo con las emociones. Tienen una fecha de caducidad, sólo sirven en su determinado momento.
El primer paso es tomar conciencia de nuestro estado de ánimo, qué nos molesta y nos provoca malestar, es externo a nosotros o es una situación no resuelta en nuestro interior? Llegar hasta la raíz descubrir qué botón aprieta para hacernos saltar, qué tenemos que hacer para que esa situación no se repita?
Respirar hondo y ver con claridad la situación. Observar de qué manera podemos utilizarla para nuestro crecimiento.
Liberar la emoción de forma que no hiera a nadie y sin herirte tampoco a tí mismo.
Dejar al enfado marchar igual que ha venido, no aferrarnos a él, después de ese momento ya no nos sirve más!!
Un enfado bien ubicado no es más que una fuente de fuerza y energía para transformar una situación, en cambio si nos empeñamos en no reconocer que estamos contrariados, que no nos ha sentado bien cierta cosa no haremos más que ir guardando y guardando emociones negativas en nuestro interior... Alguno de nosotros guardaría comida en mal estado en la nevera??
Vamos a plantear lo mismo con las emociones. Tienen una fecha de caducidad, sólo sirven en su determinado momento.
El primer paso es tomar conciencia de nuestro estado de ánimo, qué nos molesta y nos provoca malestar, es externo a nosotros o es una situación no resuelta en nuestro interior? Llegar hasta la raíz descubrir qué botón aprieta para hacernos saltar, qué tenemos que hacer para que esa situación no se repita?
Respirar hondo y ver con claridad la situación. Observar de qué manera podemos utilizarla para nuestro crecimiento.
Liberar la emoción de forma que no hiera a nadie y sin herirte tampoco a tí mismo.
Dejar al enfado marchar igual que ha venido, no aferrarnos a él, después de ese momento ya no nos sirve más!!
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