Ir al contenido principal

"Malgasté mi tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí." William Shakespeare

Estabilidad. Podríamos definirla como la permanencia de un estado, la constancia de algo.
(Aviso: este post tiene mucho de personal)

Siempre he buscado la estabilidad. como si ese concepto de alguna manera llevara implícito el significado "bueno". Mmmm... e obviado mucho tiempo que esa estabilidad a veces se cubre de conformismo, es un mero axioma para no salir de mi zona de confort, intentado convencerme a mi misma de que esa estabilidad es la que mañana me ayudaría a situarme en el lugar que querría estar.
Lo devastador de la estabilidad es que después de haber invertido mucho tiempo y esfuerzo en colocar las cosas, más tarde de habernos devanado los sesos controlando que todo fuera perfecto, procurando las condiciones óptimas, intentado cuidar el escenario idílico para cultivar algo que llevamos mucho tiempo planeando...
Sorpresa! Lo más importante ya no está. Has pasado tanto tiempo ocupándote de todo que quizá hayas perdido la semilla.

Me he dado cuenta que conjugar el mundo material con lo verdadero es algo en lo que debería concentrarme más. De acuerdo, quizá tengas un trabajo estable que podrá (o podría quién sabe esto es sólo una suposición más!) proporcionarte una estabilidad económica, (-no pienses si te gusta, no pienses si te hace feliz, si tiene que ver con quien eres. Concéntrate: ES TA BI LI DAD-). Y así con esa idea, como si de una tabla de salvación se tratara -a pesar de las señales que tu intuición te enviara-, escondido detrás del escudo impenetrable de la garantía de solvencia, felicidad, mejora en el mañana pasan tus días vacíos. Se convierten en un escalón desierto de experiencia, huérfano de estímulos para el alma, tus ojos se clavan en el horizonte en esa tierra prometida por la que hoy te sacrificas. Sí, voy descalza caminando sobre cristales rotos con una mochila cargada de las cosas que quiero usar mañana.

Abramos nuestros ojos, abramos todos nuestros sentidos. Las cosas verdaderas, sutiles, las cosas por las que a mí me merece la pena estar viva carecen por naturaleza de cualquier tipo de garantía de permanencia. Y esa es su magia. Todo lo que verdaderamente importa es un constante cambio, un contraer-expandir, agarrar-soltar, nacer-morir. Olvidamos los ciclos, las Lunas, las mareas y convertimos el tiempo en algo lineal, un mero trámite, desperdiciando momentos, horas, días, personas. Creemos que siempre habrá un mañana para ver a un amigo, para nuestra comida favorita, para no tener prisa, para visitar los lugares, para que nuestro corazón vibre. Nos mantenemos satisfechos puesto que "nos hemos comportado bien", "hemos sido perfectos", "tenemos estabilidad" e incluimos en el paquete de la perfección cualquier cuestionamiento sobre si esa estabilidad suma o resta, nos llena o nos vacía. Cuidado con la positividad disfrazada de resignación.
 CREA. Vive cada día. Arriésgate. Sueña. Disfruta.
Toma, suelta. Agradece, pide. Honra cada momento reconociendo lo sagrado de la vida. Y es que verdaderamente, cada instante que pasamos aquí es un enorme regalo, una gran oportunidad. No dejes nada para mañana.

LIBERTAD


"Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora."
John Lennon


Comentarios

Entradas populares de este blog

"La mariposa recordará siempre que fue  gusano" Mario Benedetti Una de las primeras trampas en las que podemos caer durante el proceso de evolución personal es en la de creernos en disposición de predicar,intentar ejemplificar,o dar consejos u opiniones trascendentales a los que nos rodean (y que generalmente nadie habrá pedido) . Creo que ninguno de los grandes Maestros siguió esa filosofía. En mi opinión esta actitud sólo denota que tu ego , la imagen que quieres proyectar al mundo de tí, te está jugando una mala pasada. Si te dejas llevar por ese impulso de evangelizar todo aquello que tocas seguramente terminen tachándote de pretencioso, pedante o en el peor de los casos de insoportable. Si necesitas que los demás te vean grande, quizá haya algo dentro de tí que se sienta pequeño .  Por mucho que hayas evolucionado a lo largo del camino, recuerda siempre que hubo un momento en el que estuviste en el punto de partida,  puedes haber recorrido un largo trecho o no t

"Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza."

Porque a veces es importante que reflexionemos sobre si nuestras decisiones son auténticas o están condicionadas, bien por algo externo, bien por nosotros mismos. Decidir desde el corazón, no desde la mente. Sin ruido, sin interferencias. A veces es difícil sumergirnos en nuestras profundidades, a veces los egos gritan demasiado fuerte, tan fuerte que parecemos incapaces de traspasarlos. Puede que ese sonido, esas voces desordenadas, llenas de rabia, furiosas, nos aturdan de tal forma que podamos perder la dirección en el camino. Puede que alguien nos haya dañado, alguien a quien amemos profundamente, con todo nuestro corazón, siendo plenamente conscientes del amor que sentimos por esta persona; y puede que después haya pasado esa situación de fractura, dolor, nos sintamos lejos, incapaces de abrirnos al reencuentro, aunque sea nuestro mayor anhelo. En principio parece una contradicción haber deseado el encuentro con todas nuestras ganas y una vez se brinda nos encontremos

"En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida." Federico García Lorca

El amor no ha de ser una cadena, el amor es libertad, no debemos permitir que nuestros afectos nos conviertan en esclavos. La desconfianza deforma el amor. El miedo deforma el amor. El rencor deforma el amor. No podemos empeñarnos en vivir nuestra vida al lado de alguien a quien no hemos perdonado algo, por mucho que lo hubiéramos amado o por mucho que en el fondo, lo amemos en el presente. No es sano. No es justo. Estoy segura de que el verdadero amor trasciende cualquier situación y deshace cualquier nudo , no obstante también tengo la certeza de que si el corazón está herido, su necesidad de auxilio ha de estar por encima de todo.  " Nadie puede amar sus cadenas, aunque sean de oro puro." I. Heywood No huyamos del proceso. Tomémonos nuestro tiempo para depurar los residuos de situaciones que nos han dañado, vivamos nuestros procesos de interiorización, lamiendo nuestras heridas sea cual sea su manifestación externa (lágrimas, distancia, ira, silencio…) y renazcamo